Sorprendente, exótica, inolvidable... No faltan adjetivos para describir una escapada.

¿Cuál será el tuyo?

Con su arquitectura defensiva, increíblemente bien conservada, esta joya del siglo XIIIe El siglo nos lleva a una inmersión medieval más grande que la vida real. Desde fuera, el tono está marcado: ¡todo está ahí! Foso, puente levadizo, muralla, torres de vigilancia, etc. Le damos la bienvenida a esta ciudad fortificada más pequeña de Francia, donde el tiempo se detiene. El interior íntimo se puede explorar a pie, sus bonitas casas albergan tiendas, mientras que el corazón del pueblo está ocupado por el impresionante castillo (privado) de los antiguos señores del lugar: los abades y luego obispos de Condom. También merece la pena visitar su iglesia: la pureza de su arquitectura románica y sus modernas vidrieras transmiten una atmósfera serena. Sin embargo, Larressingle no se limita sólo a la época de los valientes caballeros. Amenazado por las ruinas, su rescate de los años 1920 es digno de una fascinante telenovela. La ciudad debe su resurrección a la tenacidad del francés Édouard Mortier combinada con el apoyo de los patrocinadores de Boston.

El pueblo tiene muchos otros secretos que revelarte... Te esperamos durante una de nuestras visitas guiadas para que las murallas de Larressingle hablen juntas.

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